Cómo nos venden la Guerra VI

El boicot a los productos franceses (llegan a cambiar el nombre de las Patatas fritas francesas de la cafetería del Congreso de los EEUU) y la campaña particular del Grupo Murdoch, en el que destacan las portadas del NY Post o los chistes de los Simpsons protagonizan el frente propagandístico mediático, mientras en España películas como Independence Day, y La Asesina, nos machacan con mensajes de patrioterismo yankee, y la opcón de solucionar cualquier problema a tiros. Sadam Husein está hasta en la sopa, incluso mencionado en una infumable cinta de acción que emite TVE: Timecop, en la que el inexpresivo Van Damme reparte justicia a través del tiempo, y en la que se cita el peligro de esta tecnología con la frase textual: ¿Se imaginan que Sadam Husein se haga con una de estas máquinas para hacerse con la Bomba Atómica?(cita textual del guión traducido... sí, resulta infumable).
Además aparece una alternativa más prooccidental a la cadena qatari Al Yazeera, protagonista que rivalizaba con la CNN desde la Operación Libertad Duradera. La cadena Al Arabía, de capital saudí se presenta como rival en el mundo musulmán de la cadena preferida por Ben Laden para difundir sus mensajes (tanto es así que tanto en Afganistán como en Iraq, tropas de los EEUU han atacado intencionadamente a sus emisoras y corresponsales, incluso uno de ellos fue expulsado de Wall Street).

El NY Times cambia de bando ante la posibilidad de que Bush jr. ignore la postura del Consejo de Seguridad y ataque Iraq sin el aval de la ONU, y la anécdota propagandística es la salida al mercado del refresco árabe Mecca Cola.

Actores como Martin Sheen o Richard Gere se manifiestan públicamente en contra de la política de su gobierno, y finalmente tiene que salir los militares americanos y británicos a explicar los objetivos de su humanitaria misión (como Bufotrd C. Blount, o el mismísimo Oliver North -Recuérdese el escándalo Irangate-). Incluso arabistas como Gilles Kepel anuncian que esto no es más que una respuesta de Bush al 11 de Septiembre. Incluso el FMI discrepa de la decisión de Bush jr. de atacar Iraq por las malas.

La crisis se acerca a su punto álgido, el apogeo es la comparecencia del Presidente Bush, tras negarse los líderes del Eje de las Azores a presentar una segunda resolución en el Consejo de Seguridad, dado que no iban a contar ni siquiera con el apoyo de los miembros no permanentes del consejo, a excepción de Bulgaria, y recomiendan a los inspectores y periodistas que permanecen en el país que lo abandonen cuanto antes.
Ante eso, Husein reacciona dividiendo su país en cuatro regiones militares ante un ataque inminente: Alí Hasan al Mayid (Ali Quemaui / Alí el químico) es encargado de la región sur, Izzat Ibrahim al Duri, vicepresidente del Consejo de la Revolución, se encargaría del sector Norte, Mizban Jadr Hadi es encargado del sector del Éufrates central, y al cargo del perímetro de defensa de la capital estaría Qusay Husein, hijo del dictador.

El ultimatum de Bush es respondido en el Reino Unido por las dimisiones de miembros del gabinete Blair, entre los que destaca Robin Cook, ministro de la Presidencia de la Cámara de los Comunes (no estoy del todo seguro, me parece que es también un célebre escritor de novelas de ficción relacionadas con el mundo de la medicina).

El culto a la luna llena de los estrategas de la USAF enturbia todas las especulaciones acerca del inicio de las hostilidades hasta la llegada del ultimatum, pocas veces se ha visto un caso tan claro de intoxicación informativa en los medios de comunicación, afirmando que las ofensivas aéreas norteamericanas tienen siempre su inicio coincidiendo con esta fase de la Luna. Sin embargo las bolsas de todo el mundo (quizá no la de Bagdag) viven un momento de euforia, al ver por fin que se acaba la incertidumbre prebélica.

Las cadenas españolas se movilizan ante una guerra inminente, y esa noche del ultimatum, La 2 nos sorprende con una genial película de guerra: El desafío de las Águilas (18 de Marzo). En un estilo puramente western, que caracteriza al Presedente estadounidense (recuérdese el queremos a Ben Laden vivo o muerto), George W. Bush da 72 horas a Sadam para abandonar Iraq con su familia arropado, dice Powell, por 45 estados coaligados, a lo que el de Tikrit dice que no. España ultima su apoyo material a la inminente guerra, y poco queda ya para oír las primeras explosiones.

En el terreno de la propaganda y las operaciones psicológicas, cabe destacar los artículos a favor y en contra de la campaña, por parte de Bill Clinton (El Mundo, 19 de Marzo), Jimmy Carter (El Mundo, 10 de Marzo), Felipe González (7 de Marzo y 12 de Febrero), Metropolitano Kiril (número dos de la Iglesia Ortodoxa rusa, que se sumaba a la acción del Vaticano el 24 de Febrero), o Kenneth Pollack (2 de Marzo); además del cambio de postura del NY Times. Además El Mundo publica desde el 5 de Febrero diez argumentos a favor de la guerra, entre los que se incluyen los de Federico Trillo (Ministro de Defensa), Gustavo de Arístegui (Diputado del PP y experto en AAEE), Emilio Lamo de Espinosa (Director del Instituto Elcano), F. Jiménez Losantos (Periodista), Florentino Portero (analista de Asuntos Estratégicos), Gonzalo Parente (militar), César Vidal (Historiador) y Rafael L. Bajardi (segundo del anteriormente citado sr. Lamo Espinosa).

Además NY Times publica un anuncio a toda página que se reproduce en los principales medios en el que un tal Dr. Mathías Rath reivindica paz y no guerra, y salud en lugar de enfermedades. En las clases de Comunicación y Defensa, el Coronel Marín la relaciona con la movilización de intelectuales contra la invasión, aunque, analizado el anuncio, no parece más que un excéntrico buscafortunas tratando de darse a conocer en todo el mundo aprovechando esta coyuntura mediática, sacando tajada como General Motors, que aprovecha la tensión para sacar al mercado una versión civil del todoterreno militar Humvee: El Hummer H2.

En el terreno de la ratiopropaganda, aludiendo a los estudios de Serge Tchakhotine, destaca la euforia bursátil por el pronto inicio de la campaña (guerra = progreso) y a la conversión de la bolsa de Moscú en refugio financiero, mientras que en la sensopropaganda destaca la imagen de superioridad americana con los ensayos públicos de la MOAB, una nueva bomba de combustible aéreo, la más potente tras las nucleares.

El Mundo tiene una campaña de autopromoción por la que vende con descuento videojuegos para PC, entre los que destacan dos de temática relacionada: Real War, un simulador de planificación táctica en tiempo real, y Half Life, en el que un científico sobrevive a un experimento secreto y ha de evitar que los Marines eliminen toda prueba de su existencia.