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Medios de comunicación árabes y cobertura relacionada con el terrorismo:
El fracaso de a modernización de las sociedades del mundo árabe ha provocado una contestación que acaparan las distintas formas de islamismo. Dentro del Islam político, el fenómeno de al Qaeda nace por causas endógenas (como la falta de progreso y de facilidades que palíen las carencias de estas sociedades) y exógenas (la intervención de potencias extranjeras) El terrorismo de Al Qaeda tiene que ver con el islamismo, nace de la expresión del Islam político, pero se ha radicalizado convirtiéndose en una nueva forma de contestación. Ahora al Qaeda funciona como movimiento, como inspiración y como concepto. El movimiento político islamista, eso sí, es un movimiento totalitario. Plantea un estado máximo (el control de todos los aspectos de la vida del individuo)
En el mundo árabe el consumo de televisión y radio está más extendido que el de la prensa escrita, y si algo hay en las ciudades árabes son antenas parabólicas. Egipto, por ejemplo, tiene unas cifras de 122 televisores por cada 1000 habitantes, cotejables con unas tiradas de 40 periódicos por cada 1000 habitantes. En el caso marroquí, hay 160 televisores, frente a 26 periódicos, por cada millar de habitantes y Siria tiene 70 televisores (frente a 20 periódicos) por cada mil habitantes. Estas cifras son muy significativas si las comparamos con los 289 televisores y 123 periódicos por millar de ciudadanos de Argentina, o los 531 televisores y 445 periódicos por cada mil suecos.
En el gusto por los informativos de los árabes han destacado hasta ahora la CNN y la ABC, aunque en los últimos años el servicio de Al Yazeera les ha ido desbancando.
Evolución histórica de los medios de comunicación árabes: De una prensa de régimen a los medios de comunicación globales.
La evolución de los medios de comunicación en el mundo árabe ha pasado de contar exclusivamente con medios de comunicación controlados por los regímenes a una revolución tecnológica y mediática desde los años 90. Las innovaciones tecnológicas (ediciones digitales y televisión por satélite principalmente) ha abierto el mercado de la audiencia árabe a la influencia de los medios extranjeros. La respuesta a la crisis cultural y de identidad que ello ha provocado es, en parte, otra causa de la contestación política a, lo que creen, la influencia de un lobby político exterior.
Particularmente, la política antiterrorista de los EEUU y su influencia, de cara a leyes antiterroristas ambiguas en las que se considera “apología del terrorismo casi cualquier cosa”, en los medios de comunicación globales puede ser una de las explicaciones a un giro que ha dado Al Yazeera en su política editorial que explicaremos más adelante.
Tomando como ejemplo el caso marroquí, las cabeceras independientes más destacadas son Tel Quel (semanario) y Al Schila/ Le Journal (diario). Ambos medios han sido sancionados repetidas veces y las empresas que se anuncian en ellos han sido “invitadas” en más de una ocasión a no publicitarse allí.
Los informativos son manifiestamente dirigidos: La noticia que abre los telediarios está generalmente dirigida a la actividad diaria del líder. Al Yazeera rompe con esto, lo que ha supuesto una alternativa para las audiencias árabes a cadenas como la CNN.
El acceso a las innovaciones tecnológicas y la irrupción de medios árabes por satélite fueron provocadas por la influencia de medios occidentales en su sociedad (como la cobertura de la CNN de la Guerra del Golfo Pérsico en 1991). Debía haber un contrapoder, un medio árabe en lengua árabe. En este caso ha sido la cadena de origen qatarí quien ha ocupado esa plaza vacante para crear una identidad colectiva, lo que exige también la emisión de programas religiosos, programas de debate y entrevistas a imanes.
La citada revolución mediática ha traído consigo la deslocalización de medios de comunicación hacia Europa, la creación de servicios en árabe por agencias de noticias occidentales, la multiplicación de servicios de Internet, Radio y cadenas árabes de televisión por satélite, con los casos más significativos de Al Yazeera e Iqla, grandes cadenas árabes de televisión y radio que emiten por satélite.
Los medios de nueva creación evitan la legislación de prensa y la censura creando la empresa en Europa. Son medios de calidad igual o superior (en cuanto a análisis del fenómeno terrorista) a los occidentales. Los servicios en lengua árabe de Agencias Occidentales comenzaron a hacer traducciones de sus servicios originales, sin embargo han evolucionado hasta crear servicios en árabe en los que profesionales árabes hacen periodismo de agencia. ATF y Reuters tienen excelentes servicios en árabe, que además funcionan como herramientas de política exterior para sus países de origen.
Consecuencias de la Globalización de los medios árabes:
La consecuencia más clara es que los medios árabes escapan al control de sus regímenes, lo que da un lugar de expresión a la oposición. Se lanza un mensaje mediático transnacional que busca una identidad panárabe y panislámica: Información de árabes para árabes y de musulmanes para musulmanes. Esto cambia los hábitos de consumo de las audiencias, que dejan de consumir contenidos de medios occidentales, y crea una nueva opinión pública con fuerte influencia de la diáspora (los árabes de occidente cobran influencia sobre sus compatriotas) y permite llegar a la comunidad internacional a través de otros idiomas.
“La victoria electoral de Hamas no habría podido entenderse sin Al Yazeera”
El cambio en la línea editorial de Al Yazeera: Del panarabismo liberal al panislamismo
La influencia sobre la diáspora árabe que propicia Al Yazeera hace más difícil la integración de los emigrantes en sus sociedades de acogida. La cadena qatarí ha contribuido a ello con un discurso islamista y radicalizado, consumida por los emigrantes árabes en Europa y Estados Unidos.
Entre las razones de este cambio hacia una línea editorial más dura está que el 90% de la plantilla de Al Yazeera está vinculada de alguna manera con el movimiento de los Hermanos Musulmanes de Siria y Egipto. Otra de las razones es la aparición de tres medios (principalmente) dirigidos a eclipsar a la cadena Qatarí: Al Arabiya, financiada por la corona saudí, Al Hurra, financiada por los EEUU para neutralizar tanto la influencia de Al Yazeera como de Al Arabiya; y Sawa, una radio que emite hacia todo el mundo, tanto música moderna (occidental e islámica) como informativos dictados desde Washintong. Una de las frases más repetidas por los jóvenes árabes cuando se les pregunta por Sawa es que la escuchan exclusivamente por la música que emiten.
Es conveniente revisar los contenidos referidos a Al Yazeera en la página web del Departamento de Estado de los EEUU, para contrarrestar un contra-poder no se debe impedir, como hacen los regímenes árabes, que las empresas nacionales se publiciten en ese medio, sino incentivarlo para lograr la posibilidad de presionar a la cadena “desde dentro”.
Al Yazeera ha abierto un servicio de agencia en inglés en Yakarta, con el objetivo de llegar tanto a las opiniones públicas de Europa y Estados Unidos, como a los musulmanes que no hablan árabe, y, a finales de 2005, ha llegado a un acuerdo con Telesur para emitir en español, lo que les posicionará en una posición mejor para lograr la supremacía mediática y contrarrestar la influencia de los medios occidentales en el mundo latinoamericano.
Aspectos diversos de la cobertura de conflictos y acciones terroristas en los medios de comunicación árabes
El terrorismo global necesita a los medios de comunicación de masas para extender sus mensajes de propaganda con los elementos apelativos de la espectacularidad de sus atentados, el ritualismo de sus ejecuciones y el simbolismo de sus acciones. Por otra parte, ciertos medios necesitan a los terroristas para vender más ejemplares o lograr mayores audiencias, así como para ganar más influencia en la opinión pública.
Peter Waldman dice que el terrorismo es violencia simbólica o comunicativa. No se trata de matar al mayor número de personas sino de ser vehículo de mensajes a los que la sociedad debe prestar atención. Referido al caso que nos ocupa, las características de la acción violenta yihadista son:
- Espectacularidad: La acción debe crear un impacto mediático que, a través de medios de comunicación de alcance global, llegue a las audiencias de todo el mundo y cree una atracción estética que les aporte, tanto seguidores, como la atención de dichos medios. Para ello es importante que las imágenes muestren la destrucción y las víctimas creadas por la acción terrorista.
- Ritualismo: Un claro ejemplo son las decapitaciones de ciudadanos occidentales secuestrados en Irak. El método utilizado, visible en las grabaciones en vídeo que han sido emitidas en todo el mundo, enlaza el degollamiento de la víctima con los rituales de sacrificio de animales presentes en la cultura musulmana, y presenta a la víctima, generalmente occidental, como a un animal al que los luchadores por el Islam sacrifican.
- Simbolismo: Un análisis de los atentados del 11 de septiembre de 2001 nos aporta una interpretación de los mismos como ataques contra los símbolos de la opresión de EEUU contra la UMMA: Los centros financieros (que representarían la opresión económica) estarían representados por el World Trade Center, el Pentágono (sede del Departamento de Defensa de EEUU) representaría la opresión militar, la Casa Blanca o Camp David (residencias oficial y de verano respectivamente del Presidente de los EEUU) representarían la opresión política, y el hecho de utilizar aviones, además de representar un intento de innovación táctica, simboliza el uso de la propia modernidad occidental, su tecnología, contra la opresión que ejerce, en otras palabras: La negativa a modernizar el Islam expresa el deseo de islamizar la modernidad.
- Propaganda y Proselitismo: Según el Global Islamic Media Front (GIMF) y Al Sahab, “Una buena grabación es un arma de destrucción masiva”. La razón de por qué no se ha identificado y seguido a los técnicos que graban los mensajes de Ben Laden y Al Zawahiri, de ser cierto que los graba, edita y distribuye una empresa informativa conocida, puede responder a las extremas medidas de seguridad de la organización terrorista, a la colaboración con éstos de fuerzas de seguridad desplegadas en la zona o al desconocimiento, por parte de los servicios de inteligencia sobre el idioma y los códigos culturales que aprovechan las redes islamistas vinculadas con dicha organización terrorista, conceptos como el de “Nursa”, que se refiere a la solidaridad entre musulmanes, el peso en la zona de la tribu a la que pertenecen y las redes de informantes en grandes familias y barrios.
Respecto a la influencia de Al Yazera en el mundo, la cadena qatarí ha pasado de ser la 5ª marca más influyente, en tiempos de su eclosión durante la intervención aliada en Afganistán, a un tercer puesto (en todo el mundo) en 2005. La clave de su alta aceptación entre los musulmanes tiene que ver con el plagio de los esquemas informativos de los medios árabes (programas religiosos y un carácter más panislamista que nacional) así como el lanzamiento de nuevas cadenas de televisión por satélite cuya imagen pública ha sido afectada por la creación de medios como contra-poder (por ejemplo Al Hurra) y el hundimiento de las audiencias en los medios dirigidos.
Al Yazeera ha tenido un gran impacto en la escena mediática mundial, al plantar una bandera de competencia respecto a la CNN y BBC-World, que ha sido reforzado con su papel como agencia de noticias (debido a la información que puede emitir en primicia) y su llegada a audiencias no árabes con sus emisiones en inglés y español.
Respecto al giro de su política editorial, el concepto de Nursa está presente en la cobertura de todos los conflictos que enfrentan a musulmanes contra no musulmanes (por ejemplo en el conflicto hispano-marroquí por el islote Perejil). En sus contenidos se deja expresar con total libertad mensajes islamistas más radicales, como el del jeque Yusuf Qardawi, en su programa “La Sharía y la vida” en la que preconiza el regreso del Islam a Europa a través de la conversión de los europeos. Su frase “Conquistamos Constantinopla, pero falta la segunda parte de la profecía: La conquista de Roma” resulta, cuando menos, significativa. Otro personaje influyente con frecuentes apariciones en los contenidos de la cadena, Tarek Ramadán, es líder de los Hermanos Musulmanes en Europa, y propone una política de aislacionismo de la comunidad musulmana en la diáspora. La no integración, una política “de Fortaleza”.
El Poder supramediático de al Yazeera
Al dar la palabra a la sociedad civil e información en árabe elaborada por árabes, Al Yazera juega a ser un partido político: Se convierte en referente del panislamismo, reta a los regímenes árabes y se presenta como portavoz del islamismo y yihadismo, como contrapoder a EEUU e Israel. El cambio de Al Yazira puede deberse a una serie de factores que hemos ido citando:
- Cambio en la financiación de la cadena, que ahora proviene principalmente de Oriente Próximo y China
- Islamización progresiva de las sociedades árabes
- Adaptación a un contexto político distinto, en el que el Islam político gana peso como vía de contestación a regímenes totalitarios y falta de progreso
- Cambios en la dirección, que han dado paso a profesionales vinculados con organizaciones islamistas como los Hermanos Musulmanes
El cambio es notable. Por ejemplo, en febrero de 2005, respecto al referéndum de la Constitución Europea, un reportero de la cadena qatarí entrevistó a ancianos que salían de la catedral de La Almudena para que expresasen su opinión sobre el proyecto de Constitución comunitario. Su conclusión fue que “los católicos españoles no apoyaban la Constitución Europea”.
Otro ejemplo fue el vídeo emitido la víspera del primer aniversario de los atentados del 7J en Londres, protagonizado por los terroristas suicidas que intervinieron en el mismo, en el que expresaban frases como: “Vosotros, que matáis niños musulmanes, no esperéis que dejemos vivir en paz a vuestros niños”. A continuación Al Zawahiri “bendice a este terrorista”, dice que la política de Blair es equivocada y avisa de más atentados.
Otras cadenas de televisión por satélite dedicadas al proselitismo (daawa) se dedican a la enseñanza del Islam, llevando la doctrina de las mezquitas a las pantallas de televisión. Un ejemplo de ello es Iqra una emisora financiada con capital saudí, wahabí, proselitista y con una gran audiencia en las sociedades islamizadas. Este tipo de cadenas comienzan a suponer ya una alternativa a las mezquitas oficiales, controladas por los gobiernos.
Un caso parecido es el de Memri TV, donde se emitieron debates en los que los participantes vinculaban los tsunamis que afectaron las costas de Oceanía, Este de África y el subcontinente indio a la “ofensa que para Alá suponía la llegada de turistas occidentales”. Este es un mensaje que cala debido a que el fracaso de la modernización de la sociedad ha dejado un vacío ocupado por las redes de beneficencia islamista. Se vincula la supervivencia de algunos afectados al hecho de haberse refugiado en mezquitas, obviando el hecho de que se trataba de sólidos edificios construidos con financiación principalmente saudí.
En casos como este, dada la ausencia de campañas sistemáticas como las de IRA o ETA, el islamismo radical resulta más peligroso que el terrorismo, dado que el primero sí que afecta de manera endógena a la integración de inmigrantes musulmanes en Occidente.
El Léxico empleado
La mayoría de medios de comunicación árabes utilizan un léxico peculiar a la hora de tratar la lucha de los grupos islamistas o yihadistas. Los términos más comunes son “shahid” (mártir, en referencia a los terroristas suicidas), “operación de resistencia” (denomina a las acciones terroristas ocurridas principalmente en Irak y Palestina) “Ejército de ocupación” (para referirse a las fuerzas de la coalición presentes en Irak) y un juego con las palabras “Irhabi” (terrorista) y “muyahid” (luchador). Todo palestino muerto es considerado como mártir, pero los civiles iraquíes caídos en acciones terroristas son, sencillamente, denominados como “civiles muertos”.
La utilización del léxico varía en función del medio y del país donde se encuentre. Por ejemplo, Al Zarqawi puede ser denominado “terrorista” en un medio que emita desde Londres o Ryad, mientras que otros le denominarían “resistente”. En cuanto a la propaganda que elaboran los propios movimientos yihadistas, ellos se equiparan con los guerrilleros españoles que se enfrentaron a la ocupación francesa, y los chiíes (en medios sunníes) son denominados “colaboradores en la ocupación”.
Otra característica muy común en los medios árabes es el odio a Israel. Incluso en programas de contenido dirigido a niños, se puede ver a imanes que enseñan a los niños pasajes del Corán en los que se relata cómo una mujer judía quería envenenar a Mahoma, y en una intervención telefónica, una niña era aplaudida por decir “los judíos son hijos de la traición y la infidelidad”. Otras referencias a los judíos en medios de comunicación árabes les vinculan a la toma de decisiones en la política exterior estadounidense o en la autoría de los ataques del 11 de septiembre, y no son raras las caricaturas en periódicos que muestran, por ejemplo, a un cerdo que lleva tatuada la Estrella de David durmiendo sobre una bandera de los Estados Unidos.
Como veremos más adelante, en la intervención de Felipe Sahagún, los contenidos de los libros de texto en las escuelas, y los de los medios de comunicación dirigidos a los niños, son una parte vital para lograr terminar con este conflicto.
Cabe decir que los medios de comunicación españoles hacen lo propio respecto al citado tema (por ejemplo el empleo de términos como “extorsión” en lugar de “impuesto revolucionario”) Esta falta de neutralidad se explica por la importancia de la colaboración de los medios en la lucha antiterrorista, la denominada “guerra de las palabras” que trata de neutralizar la estrategia propagandística de las organizaciones terroristas y, con ello, eliminar la relación parasitaria que dichas organizaciones mantienen con los medios de comunicación.