Cómo nos venden la guerra (XVIII)

La Campaña
La Guerra de los 20 días

Día 12: La peor imagen de la guerra: Alí Salimán, un niño iraquí de 12 años, con nombre y rostro se hace famoso por ser el único superviviente de un daño colateral que mata a toda su familia, le amputa los dos brazos y le cubre el cuerpo de quemaduras.
Sadam Husein comparece de nuevo en televisión, esta vez con sus dos hijos, el ejército iraquí coloca baterías antiaéreas en casas habitadas de la capital y siete mujeres y niños mueren tiroteados por los americanos en un control de carretera en Nayaf, provocado por la paranoia frente a posibles ataques suicidas.

Un amplio avance estadounidense acalla los rumores de parón cuando parecía que los americanos se darían media vuelta y se atrincherarían en sus posiciones. El avance, respaldado por un amplio despliegue de la aviación aliada, coge por sorpresa a los iraquíes, que han vuelto a caer en la trampa de la información falsa de los medios.

Bagdag expulsa a los escudos humanos por razones de seguridad y acoge a los voluntarios árabes
En lo mediático, Londres dice que la información de las televisiones británicas favorece a Bagdag. Rodríguez Zapatero comparece en Antena3, y el periodista Peter Arnett (Premio Pulitzer por su cobertura de la guerra de Vietnam y estrella de la CNN en 1991) es despedido de la NBC, para la que es corresponsal en Bagdag, por opinar que los planes del General Franks habían fracasado. Por otro lado, Geraldo Rivera, corresponsal empotrado en una unidad de la 101 Aerotransportada y uno de los reyes del sensacionalismo, fue expulsado a Kuwait por dibujar un mapa en la arena durante una retransmisión.

El Mundo añade la pérdida de nuevos helicópteros Apache y el malestar de Londres por la cantidad de bajas que tienen por fuego amigo.
Comienzan las discrepancias con Siria y los combates urbanos en Basora centran la atención, así como, en España, el plante de los candidatos a los Premios Max al Presidente de la Comunidad de Madrid en la ceremonia de entrega de premios.

Tony Blair publica en dicho diario un artículo donde expresa su confianza en el futuro de un Iraq democrático.