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Análisis e Interpretación

Rogelio Alonso nos puso dos vídeos sobre el proceso de diálogo en el Ulster, ambos sobre las denominadas “Color Party”: Fiestas de grupos unionistas, en sus locales, en las que, en un determinado punto de la noche (generalmente cuando el ambiente ya está caldeado a base de cerveza y canciones patrioteras, aparecen los paramilitares con toda su parafernalia para leer un comunicado). Estos documentos gráficos fueron publicados por Informativos Telecinco, pero los lograron gracias a la intercesión de Alonso, que les puso en contacto con los terroristas.

 

Los UFF (Luchadores por la Libertad del Ulster) son un grupo paramilitar unionista vinculado a un partido político, la UDP. Favorables al proceso de paz en Irlanda, hacen de sus fiestas una demostración de fuerza de cara a su comunidad, a la que manipulan para lograr que ataquen a lo que consideran un agresor a su comunidad (los católicos republicanos). Los paramilitares aparecen tras la actuación de un cantante que interpreta una canción de Tina Turner vestido como la cantante y ataviado con una máscara (la cabeza de un mono). Al parecer, la base social de este grupo armado ha hecho de esa canción, por su letra, una especie de himno sobre lo que consideran la lucha por la libertad.

 

 A lo largo de su actuación pueden verse, en sus formas y contenidos (van encapuchados, portan armas de fuego dentro del bar y leen sus comunicados, sin embargo van vestidos de paisano) una serie de elementos que refuerzan su mensaje:

 

-         La justificación de su legitimidad (defensa de la comunidad protestante)

-         La Transferencia de culpa (culpan a los católicos del conflicto, ellos sólo defienden a su comunidad, lo que significa el control de determinados barrios de Belfast)

-         La Implicación con su propia comunidad

-         La consolidación de la cultura del odio (aceptan el diálogo de las autoridades legales con el IRA, peor se niegan a entregar las armas)

 

Destacó una observación de Alonso cuando los terroristas se retiraban del bar entre vítores tras leer su comunicado. Uno de ellos cojeaba: Se trata de alguien que ha sufrido un castigo a manos de sus propios compañeros por una conducta antisocial: Un tiro en la rodilla[1]. Pese a ello, continúa en la organización.

 

En el segundo vídeo, se cubre una “Color Party” de la UVF (Ulster Volunteers Force), un grupo muy parecido al anterior, pero contrario al proceso de diálogo y negociación con el IRA.

 

En su comunicado se autodefinen como “Ejército del Pueblo”, y la arenga de quien lee el comunicado (al parecer el líder del grupo) refuerza una sensación de victimismo.  Los paramilitares aparecen tras la actuación el grupo “Young Guns”. Muestran sus armas como demostración de fuerza de cara al IRA (con quienes luchan por que el Ulster continúe vinculado al Reino Unido) y a los UFF, (con quienes luchan por el control del Ulster).

 

Se puede apreciar quien controla cada barrio de la ciudad observando los murales y los “Rol of Honor” (listas y retratos de activistas caídos en la lucha), que crean un contexto que legitima la violencia de cara a la socialización de nuevas generaciones de activistas. La UVF mantiene la referencia al año 1916, momento histórico en el que surge la organización, para mostrar cierto legado histórico.

 

Cuando el documento profundiza en la personalidad de los activistas, se muestra que, en palabras de Alonso, no se trata precisamente de un club de intelectuales: El líder que lee el comunicado, encapuchado de cara a su comunidad, es filmado en el cuarto de baño mientras se quita el pasamontañas, algo que contrasta con la actitud de los civiles presentes en el local, que se tapan la cara con sus ropas en cuanto ven que se acerca el equipo de periodistas. Dicho líder resulta ser un ignorante, y el comunicado, confiesa, lo escribió e imprimió en el ordenador de su vecino la noche anterior.

 

En este caso, como en el del anteriormente mencionado Gerry Adams, cabe destacar un elemento motivacional, le de la satisfacción de necesidades personales, como fundamental de cara a la toma de su decisión de integrarse en un grupo terrorista: La sensación de poder que aporta ser un miembro con capacidad de decisión de una organización armada. Ser terrorista es algo muy seductor, es dejar de ser “un don nadie”.

 

También se quejaba Alonso del tratamiento simple que el equipo de periodistas dio a la situación, destacando la frase de Jon Sistiaga: “Abuelos contando batallitas de matar católicos”.

 Finalmente, le pregunté a Alonso si no veía un punto en común en la evolución/involución de los grupos terroristas, algo que, expondré más adelante, sí contaba Rafael Calduch: Un grupo terrorista que logra, generalmente con una estrategia de Acción-Reacción-Acción, ensanchar su base social de apoyo, puede transformarse en una organización guerrillera, que busque el enfrentamiento directo con su enemigo en posiciones ventajosas y ocupe territorios, y de ahí –dotándose de armamento pesado- a convertirse en un ejército convencional; o bien, al perder su base social, puede pasar de ser una organización guerrillera a un grupo terrorista, y caso de perder su base social, a una mera banda armada –yo las comparaba con las bandas callejeras de las grandes ciudades estadounidenses. Al fin y al cabo, una vez el gobierno británico ha intervenido, estos grupos han quedado limitados en su acción, y una vez comenzado el proceso de diálogo y posterior negociación, sencillamente les queda luchar entre ellos por el control de los barrios protestantes, léase control del tráfico de drogas, de armas y de la prostitución –fuentes de financiación más comunes de estas organizaciones desde que han desaparecido los estados patrocinadores. 


[1] Esta debe de ser una costumbre en todos los grupos armados irlandeses, sea cual fuere su estrategia (terrorista o guerrillera). Un ejemplo de ello se puede ver en la película “En el nombre del padre”.

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