EL 11 DE SEPTIEMBRE
Problemas del 11-S
El primer error al analizar los atentados del 11 de septiembre fue no diferenciar entre las víctimas directas del atentado y las víctimas indirectas. Nadie esperaba que se hundieran las Torres Gemelas, Ben Laden fue el primer sorprendido.
Las torres cayeron porque la estructura central de los edificios era metálica[1], lo que transmitió el calor generado por el incendio a toda la estructura. Sin embargo nadie sabía qué temperatura adquirieron las estructuras. Nadie podía calcular eso, ni siquiera los terroristas, porque nadie sabía qué cantidad de combustible cargaban los aviones. Por tanto el número de víctimas directas (las buscadas por los terroristas) fue menor que el de víctimas indirectas (víctimas inesperadas, como bomberos y policías).
“Incluso los terroristas cometen errores[2]”¿Cómo se contabiliza el miembro de ETA que mere accidentalmente cuando manipula un explosivo? No hacer esta distinción magnifica la capacidad de destrucción del grupo terrorista, lo que lleva a malgastar recursos humanos y materiales, y a una política antiterrorista de resultados parciales.
La polémica sobre qué impactó contra el Pentágono tampoco es para tanto. Si era un avión o un misil es fácilmente constatable debido al número de testigos. La propaganda y los bulos, aquí, caen por sentido común: No es lo mismo un atentado en pleno desierto sahariano que en una gran ciudad, donde hay miles de testigos directos que no se pueden comprar ni secuestrar. Al final esto nos lleva a un pensamiento doble: Se acepta una proposición (fue un avión) y su contraria (fue un misil).
Manipulación no investigada sobre el 11-S
“No es difícil provocar terror, lo difícil es crear terrorismo”
Los actos de terror los pueden crear individuos, grupos de crimen organizado con fines lucrativos o, como táctica, los grupos armados (guerrillas e incluso ejércitos convencionales). El terrorismo, por contra, es una estrategia sistemática, continua, llevada a cabo por un grupo organizado cuyos fines no son lucrativos.
La principal herramienta en la lucha antiterrorista es el sentido común, el criterio para diferenciar por frentes y contenidos. Una de las diferencias entre los actos de terror y el terrorismo como estrategia es el número de activistas: Unabomber era un sólo individuo que enviaba paquetes bomba por correo. El francotirador de Washington era un equipo de dos personas, no un grupo organizado. Una organización terrorista tiene que reclutar constantemente nuevos activistas para lograr prolongar su estrategia en el tiempo.
Los mafiosos sí se arrepienten cuando se les ofrece inmunidad procesal, el problema de los grupos terroristas es conseguir arrepentidos. Es fácil infiltrar agentes en organizaciones mafiosas, pero no en grupos terroristas debido a su hermetismo, así como para estos grupos es difícil conseguir nuevos terroristas.
No se puede calcular el número de activistas y nuevos reclutas de Al Qaeda. Se pueden realizar estimaciones, pero nunca se citan las fuentes de las mismas. El sistema de red ha hecho que los medios y algunos investigadores han creado el mito de que Al Qaeda es una organización de organizaciones. Los terroristas del 11-M eran yihadistas y salafistas, pero su relación con Al Qaeda era circunstancial. Estamos ante una nueva Teoría de la Mano Negra[3]. En realidad el yihadismo es muy anterior a Al Qaeda, es una herencia de los Hermanos Musulmanes egipcios.
Respecto a la organización en red, tampoco es una invención de Al Qaeda. Por ejemplo, el ELN argelino utilizó una estructura en red a base de tríadas que ha sido imitada por multitud de organizaciones guerrilleras y terroristas a lo largo de los años sesenta, setenta y ochenta, además de compaginar guerrilla rural con actos de terror en el entorno urbano.
En la organización en Red, cada activista conoce sólo a su compañero y a su jefe (que recibe las órdenes de un escalón superior de “la pirámide”), por lo que sólo cae una tríada y no afecta al resto de la organización. En caso de detención, los activistas tienen órdenes de guardar silencio durante 24 horas para dar a sus dos compañeros la oportunidad de escapar.
Existen grupos que imitan estrategias, como ocurrió en el siglo XIX con “La Mano Negra”.El 11-M, por ejemplo, fue una imitación del 11-S, y a su vez el 7-J y el 21-J fueron imitaciones del 11-M.
La mayor parte de los inmigrantes en el Reino Unido es paquistaní, al igual que en España y Francia son de origen magrebí y en Alemania de origen turco. Sin embargo la relación con Al Qaeda queda se en la religión, la afinidad o disparidad se limita a una confesión común mientras otros muchos referentes culturales difieren. Las bases sociológicas de Al Qaeda poco o nada tienen que ver con las de los terroristas del 11-M o el 7-J.
También existían atentados con alto índice de victimización antes del 11-S y antes de Al Qaeda, el atentado en el cine de Teherán durante la Revolución Chií, o el de Lockerville, por ejemplo.
El factor sorpresa es uno de los que genera más incertidumbre, inseguridad y terror, la imprevisibilidad del ataque (las reivindicaciones son a posteriori). Los avisos de bomba son raros en las organizaciones terroristas, a no ser que les genere algún beneficio operativo, como la creación de sentimiento de terror en la ciudadanía afectada o la posibilidad de atraer hacia una explosión a las fuerzas de seguridad y servicios de emergencias.
Por otra parte, debía de haber un protocolo de protección del espacio aéreo de Washington (lo hay desde los años 50), por lo que debía haber sido el primer blanco atacado, y no Nueva York, para aprovechar el factor sorpresa. Por qué no se protegió el espacio aéreo de Washington es una de las mejores preguntas no respondidas aun sobre el 11-S, dado que la coordinación mostrada por los terroristas sólo la consiguen en el mundo 10 ó 15 ejércitos. Un indicio de que se activasen los protocolos de protección del espacio aéreo es la extraña caída del cuarto avión sobre Pittsburg.
Datos que ignoraba Al Qaeda:Los protocolos de actuación de la USAF no contemplaban la posibilidad de uso de aviones comerciales como misiles, y ningún mando asumió (al menos oficialmente) la responsabilidad de derribar un avión con civiles estadounidenses a bordo. Los militares estadounidenses son muy eficaces en situaciones previstas, pero si ocurre algo que no ha sido contemplado a priori, suelen pararse hasta recibir una orden. Sin embargo Al Qaeda no se arriesgaría a atacar primero Nueva York, dando tiempo a proteger Washington.
¿Dónde están los responsables políticos del atentado? Los funcionarios negligentes continúan en su negligencia al no ser destituidos por sus jefes políticos: En Tampa, después del 11-S, un joven estrelló una avioneta contra un edificio de oficinas. Al no depurar responsabilidades, se corre el riesgo de repetir los mismos errores.
Se dan medidas destinadas a generar una percepción de seguridad psicológica, pero dichas medidas no están destinadas a detener posibles atentados.
Existe la posibilidad de la desorganización de los terroristas: El ataque de Washington debería haber sido el primero desde un punto de vista racional dado que al ser la capital del estado y la sede del poder central debería haber estado mejor protegida (existen protocolos de actuación en este sentido desde los años 50). Un scramble (despegue de emergencia para la defensa aérea) tarda cinco minutos, tiempo suficiente para interceptar un avión que acaba de despegar desde un aeropuerto cercano (un avión comercial tarda más tiempo –entre tres y cuatro minutos- en alcanzar la altura y velocidad de crucero para luego cambiar de rumbo).
[1] Según el hermano de Rafael Calduch, arquitecto
[2] Otra súper frase de Súper Calduch
[3] Presunta relación en el siglo XIX entre los terroristas anarquistas españoles e italianos con terroristas nacionalistas rusos. Se trataba de un fenómeno de imitación fomentado por la comunicación de masas. Se imita lo que parece eficaz.
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