ACERCA DEL 11-M
Acerca del 11-M tenemos algo parecido a lo ocurrido el 11-S: Los explosivos fueron suministrados por un español (Trashorras) que fue detenido por la Guardia Civil durante su transporte y le permitieron continuar pese a no tener la documentación en regla. Eso sugiere una orden de la central. Además, la casa de Morata de Tajuña, donde se prepararon los artefactos explosivos, había sido denunciada por los vecinos y estaba siendo vigilada. Desde la libertad de Cátedra, Calduch afirmó que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tenían información de lo que estaba ocurriendo y que conocía a los implicados. Sólo así se entiende la rápida detención de los sospechosos: Un policía sólo necesita indicios razonables (no hacen falta pruebas contrastadas) para actuar[1].
Una semana antes del 11-M se detiene una furgoneta de ETA cargada de explosivos (Operación Txirria) y las Navidades anteriores se interceptaron maletas con explosivos en la estación de tren de Chamartín (Madrid) lo que lleva a pensar en la autoría de ETA. Además, esto nos deja claro que no era el primer operativo de la Policía Nacional o de la Guardia Civil para detener un vehículo con explosivos, operativo que consta de dos fases: Seguimiento y detención. Probablemente Trashorras fue interceptado durante la fase de seguimiento, y se le dejó seguir para que llevase al operativo hasta el destinatario de los explosivos.
Explicación: La explicación de casualidades encadenadas choca con el sentido común, pero es la única explicación lógica y demostrable. La conclusión no es un golpe de estado, sino que el éxito del 11-M se debió a las negligencias encadenadas por parte de las fuerzas de seguridad durante la fase previa de los atentados. Mientras no se desmonte esa cadena de mando existe el riesgo de que se repita el atentado. No son errores fortuitos, sino causas ignoradas y no investigadas, lo que indica que aun existen responsabilidades penales no depuradas.
La razón del suicidio de los terroristas del 11-M era más operativa que cultural. Se habrían suicidado por no poder continuar su estrategia de creación de terror, aunque no está claro si se suicidaron o se debió a una explosión accidental provocada por los GEO. Había más grupos dispuestos para continuar su estrategia, pero sin capacidad operativa.
Observación Estratégica: Los terroristas del 11-M, de haber formado parte de una organización, habrían evaluado las consecuencias de atentar en España, como punto de entrada de grupos magrebíes en Europa[2]. Estaban tan poco desarrollados que no tenían una estrategia a largo plazo, sólo a corto y medio. La policía española está especializada en lucha antiterrorista, donde la operatividad (tácticas, estrategia, logística) es la misma.
España es, para este tipo de organizaciones, la retaguardia natural, un sitio donde Al Qaeda evitaba atentar (los terroristas del 11-M no tenían relación orgánica con Al Qaeda sino una vaga inspiración ideológica):
- Se trataba de un grupo magrebí, yihadista y salafista
- El contacto con Al Qaeda era coyuntural y superficial
- Operaban en su fase inicial de existencia
“Dudo que los informes del CNI lleguen a este nivel de sofisticación... rutinizan sus conductas de Análisis e Interpretación[3] . Tendemos a subestimar o sobreestimar lo nuestro, cuando en realidad hay que desacralizar mitos como el de los servicios de lucha antiterrorista”
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