Cómo nos venden la guerra (XII)

La Campaña
La Guerra de los 20 días

Día5: El planeta desayuna con otra imagen de película: Como si se tratase de la secuencia de introducción de la película Air América, la imagen de un helicóptero Apache Longbow derribado por un campesino iraquí armado con una Kalashnikova 120 km al sur de Bagdag y cuyos pilotos también fueron exhibidos como trofeo, junto al escándalo de la ceremonia de los Oscars, en la que Michael Moore, autor del documental Bowling for Columbine incluyó la frase Vergüenza para usted, sr. Bush en un discurso crítico con la guerra que fue abucheado en el auditorio y que el ABC calificó de arenga contra el Presidente (Recomiendo fervientemente el documental premiado, en el que los personajes más civilizados, aparte de los canadienses, resultan ser el rockero Marilyn Manson y los autores de la serie de dibujos animados South Park, además la entrevista a Charlton Heston, y la carga contra el KKK y la NRA no tienen desperdicio. Respecto a la prensa paraestatal, sólo les faltó llamar a Bush jr. Su Majestad Imperial), para luego acusar a los sindicatos de preparar una huelga solidaria contra la guerra (Confieso que odio ver siempre las expresiones irónicas de los titulares de ABC señaladas con comillas). La oposición denuncia que TVE censurase las críticas a la guerra de Almodovar (que por lo que yo vi, brillaron por su ausencia).

El General Franks admite que su retaguardia es vulnerable a la guerrilla, lo que echa gasolina al fuego de la disputa interna entre Rumsfeld y Powell, que está apoyado por los militares más conservadores, en cuanto a tácticas al menos, de las fuerzas armadas.
El País aclara que Trillo, en un dantesco espectáculo, se niega a confirmar si los bombarderos americanos repostaron en vuelo sobre España, y que los sindicatos de policía culpan al Delegado de Gobierno de Madrid, Fco. Javier Ansuátegui, de los incidentes en las manifestaciones de la capital (Y no es la primera vez, recuerdo hace unos años las manifestaciones antifascistas del 20 de Noviembre, y la carta de un colaborador mío, pamplonica (me ayudó en el trabajo Socialización en el MLNV, para el Dr. Calduch en RRII y Defensa), en el que me expresaba su pesar por el destino en Madrid del exDelegado de Gobierno de Pamplona, sr. Ansuátegui, al que calificaba de hijo de puta).

El General Franks anuncia que las tropas están a 90 km de Bagdag, y se descubre que el general de la 51ª División que se rindió a los aliados no era más que un oficial de baja graduación que mintió para conseguir un trato confortable.
Sadam Husein reaparece en televisión con un discurso sobre la victoriosa resistencia del pueblo iraquí, mientras su televisión habla de la inminente derrota de los invasores. Las cadenas estadounidenses tampoco se quedan a la zaga, censurando toda imagen desagradable, léase prisioneros propios, muertos, y daños colaterales; mientras que la prensa europea es acusada de reproducir las fotos de los soldados capturados y exhibidos por los iraquíes.
Un diplomático español en Bagdag, Eduardo de Quesada, afirma que los españoles en Bagdag no corren ningún peligro (que se lo digan a José Couso), y Almodovar habla del miedo a hablar que reinaba entre los asistentes y galardonados en la ceremonia de los Oscars. La imagen de los EEUU recuerda a los tiempos de la caza de brujas.