Cómo nos venden la guerra (XIII)
La Campaña
La Guerra de los 20 días
Día 6: El 26 de Marzo, como una maldición divina, una tormenta de arena frena el avance sobre Bagdag, y se difunde la información de un intento de contraataque iraquí que el 7º de Caballería repele entre Karbala y Nayaf, a unos 100 km de Bagdag, mientras que por otro frente, los americanos cruzan el Éufrates en Nasiriya, donde la cifra de bajas aliadas aumenta en los combates por los puentes de la ciudad. En Bagdag, la aviación aliada interrumpe la emisión de dos canales iraquíes, y en Um Qasr, en una clara operación de imagen, la coalición utiliza delfines amaestrados para localizar minas submarinas en el puerto, como si del regreso del simpático Flipper se tratase.
Los centros de atención por la crudeza de los combates son Kerbala, Nayaf y Basora, donde los iraquíes resisten ayudados por una nueva tormenta de arena. La aviación aliada vuela las antenas de dos emisoras de televisión iraquí, para menguar la campaña de propaganda de la dictadura sobre su propia población, y los rumores de una sublevación en Basora lleva a los británicos a recomendar a la población shií que no se levante contra el régimen, recordando la desastrosa rebelión de 1991.
A la resistencia iraquí se unen las críticas públicas a las tácticas de Rumsfeld, revelando sus tensas relaciones con el alto mando militar.
La Bolsa de Nueva York expulsa a los dos corresponsales de Al Yazira por motivos de seguridad, aunque su cobertura en europa duplica el número de sus abonados.
En España, Cultura contra la guerra y cinco colectivos de juristas pretenden llevar al Presidente Aznar al TPI. En televisión, la comparecencia de Aznar en el Congreso de los Diputados copa la atención al ser retransmitida en directo.
La Guerra de los 20 días
Día 6: El 26 de Marzo, como una maldición divina, una tormenta de arena frena el avance sobre Bagdag, y se difunde la información de un intento de contraataque iraquí que el 7º de Caballería repele entre Karbala y Nayaf, a unos 100 km de Bagdag, mientras que por otro frente, los americanos cruzan el Éufrates en Nasiriya, donde la cifra de bajas aliadas aumenta en los combates por los puentes de la ciudad. En Bagdag, la aviación aliada interrumpe la emisión de dos canales iraquíes, y en Um Qasr, en una clara operación de imagen, la coalición utiliza delfines amaestrados para localizar minas submarinas en el puerto, como si del regreso del simpático Flipper se tratase.
Los centros de atención por la crudeza de los combates son Kerbala, Nayaf y Basora, donde los iraquíes resisten ayudados por una nueva tormenta de arena. La aviación aliada vuela las antenas de dos emisoras de televisión iraquí, para menguar la campaña de propaganda de la dictadura sobre su propia población, y los rumores de una sublevación en Basora lleva a los británicos a recomendar a la población shií que no se levante contra el régimen, recordando la desastrosa rebelión de 1991.
A la resistencia iraquí se unen las críticas públicas a las tácticas de Rumsfeld, revelando sus tensas relaciones con el alto mando militar.
La Bolsa de Nueva York expulsa a los dos corresponsales de Al Yazira por motivos de seguridad, aunque su cobertura en europa duplica el número de sus abonados.
En España, Cultura contra la guerra y cinco colectivos de juristas pretenden llevar al Presidente Aznar al TPI. En televisión, la comparecencia de Aznar en el Congreso de los Diputados copa la atención al ser retransmitida en directo.
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