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Análisis e Interpretación

Manipulación Informativa en la III Guerra del Golfo (Introducción)

Manipulación Informativa en la III Guerra del Golfo (Introducción) “Esto no será otro Vietnam”
(General Norman Schwarzkopf, comandante en jefe de la Coalición Internacional en referencia a la Operación Tormanta del Desierto. 1991).

Es un hecho reconocido por los analistas de conflictos, civiles y militares, que guerras como la de Vietnam, como los anteriores conflictos coloniales (destaquemos el caso argelino) se perdieron más en las calles de la metrólpoli que en los teatros de operaciones. Esa lección, aprendida por los actuales estrategas militares, muchos de ellos veteranos de esos conflictos, se pone en práctica en las denominadas guerras postmodernas (a saber aquellas en las que el esfuerzo propagandístico y de control de la información en el espacio público adquiere la misma importancia que la estrategia, la táctica y la logística).

En Vietnam, último acontecimiento que polarizó a la opinión pública mundial hasta la II Guerra del Golfo (la operación para desalojar a las tropas iraquíes del invadido emirato de Kuwait), la oposición generalizada al conflicto, y la presión de la opinión pública (internacional, pero sobretodo estadounidense) fueron un factor determinante para que el presidente Richard Nixon reconociera el fracaso americano y retirase las tropas.

Sin embargo, hasta el momento de momento de la reacción de la población habían pasado años desde el inicio de la intervención, años en los que los medios de comunicación estadounidenses tuvieron un papel decisivo a favor de la objetividad de la información y contra la injerencia del Gobierno Federal. Hasta 1991 (II Guerra del Golfo) no hubo una cobertura mayor de un conflicto armado. Corresponsales acompañaban a las unidades militares y se destacaban en las principales ciudades, llevando a los hogares estadounidenses imágenes de los duros combates, de los cadáveres de jóvenes americanos y de los terribles sufrimientos de la población civil, expandiendo la imagen de la inutilidad de aquella guerra a la opinión pública. La extensión del conflicto a Laos y Camboya y matanzas como la de My Lai crearon en la población de los EEUU el fuerte deseo de querer salir de aquel conflicto.

Vietnamitas y Estadounidenses se aseguraron la fidelidad de emisoras de radio en la región del Sudeste Asiático, pero a diferencia de la Guerra de Corea, la censura militar fue aplicada con menor rigidez a los propios medios.

La dura lección que los estadounidenses aprendieron en Vietnam sigue viva en el recuerdo de sus generales a la hora de plantear una intervención armada, un fantasma, en palabras del Dr. Alejandro Pizarroso, que renace en cada conflicto, como el de Somalia (1992), aunque demostraron haber aprendido la lección, tanto en la Guerra de las Malvinas, como en las invasiones de Granada y Panamá en los años 80.

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